Las ganas.

No se si tenga algo que ver con esta imagen lo que resulto en el pensamiento que estoy a punto de compartir con ustedes, pero no estaria demas publicarla junto con estas palabritas.

Las ganas, tal vez no sea la hora de pensar, ni siquiera imaginar lo poco que me falta para alcanzar la edad media..
Lo que más sé es que no tengo ganas de mirar atrás y deprimirme como la guerra, en 3 años más voy a tener 30 y ya no voy a poder seguir haciendo cosas como las que sigo haciendo, como decir lo que pienso. Imagino que mis pensamientos serian menos compartibles, por lo menos requerirían un análisis previo de manera a no seguir escribiendo lo primero que venga a la cabeza.
Les invito a todos a Orar porque alguna vez me de cuenta que estoy por alcanzar los 30 años y no debo seguir comportándome como uno de 20...
Es un cambio total, no hay un punto medio donde uno empieza a madurar y pensar más en el futuro, sino que de tener 29 a tener 30 se convierte en la metamorfosis mental con poquisima delicadeza, y tus descamisados tonos que usas al hablar o escribir, directamente toman el abrigo más grande de tu ropero y salen a la vida a no mostrar piel como solías hacer.

En fin, no se si esta es la forma de escribir de una persona de 27 años, solo sé que temo a esta forma de envejecer sin delicadeza, y al mismo tiempo, espero con ansias ser una mejor persona con mas experiencia y mejores decisiones tomadas que mi yo del presente.

Muchas gracias por leer, les espero el próximo domingo, siéntanse libres de opinar cosas, no censuro nada, pueden decirme lo que se les antoje.

Padel.. Paddle

Cuando el cuerpo pide no quedarse quieto, encuentra uno el complacerlo en uno de los deportes milenarios más divertidos como el "Padel" (notese que que escribo, "padel", antes se escribía de otra forma por los griegos; PADDLE, y se uso así mucho tiempo, hasta que hoy día se puede escribir, padel)

Como todos sabemos, el padel, fue creado por un paraguayo en dublin en el año 1200 d.c. cansado de que le espiaran jugando tenis, puso murallas atras la cancha, pues justo uno de los lados de la cancha daba a la avenida y él quedaba de espalda a todos y ademas estaba... podrido de ir a busca la pelota cuando le hacían un punto.. también le rompía las bolas que la gente le vea la cola a su hija "Lari" cuando cuando jugaba del lado de la avenida, entonces se le ocurro construir una muralla.

Lo juego desde que tengo 7 años, tuve muchas pausas, no es que lo jugue los 20 años seguidos, no era muy talentoso que digamos, era medio lentito en la cancha, nervioso, lloraba si perdía, rompía paletas y como era pobre, tenia que esperar mucho para volver a conseguir otra paleta. De todas formas en esa época no era muy fanático de los deportes, hasta que hace poco mi viejo grupo de padel que tampoco avanzó mucho en estos años que pasaron. se reunió para volver a jugar aquellos super clásicos de 6ta categoría...

Resulta que he mejorado bastante, pero más de lo que esperaba...
Gracias por leer esto, espero que dentro de poco pueda decirles que gane algún torneo.

Yo, el tipo que escribe en este blog

Despiertame ko'êju pevê...

Estoy en un estado
donde mis sentimientos,
viejos, de nacer conmigo,
tranzan con la razón
y se convierten en verdad.
Hacen de un joven un viejo sin esperanzas

de verdad... Estoy cansado

A las cuatro y quince

Mas allá de los cerros y ramales,
desde el sur del nuevo mundo,
subiendo a los hombros de Silvio Rodriguez
para tomar de la mano a Juan Rulfo,
Salto como pueda los carteles de coca cola y Ford...
arriba, tan cerca y tan oculta del sol,
está mi ultima ilusión haciendo de estrella
en un cielo extraterrestre,
igual a mi.

Tras el viento y su crúz

Me recuerdan sentado, mirando la bola de cristal
pero no recuerdan el prado de donde vengo
ni como al viento solía esperar
esperaba tal vez el calor y el frío
de vientos de distintas raices...
esperaba tal vez un tornado y su danza anti-humana

El Lobo estepario

Días mesuradamente agradables, absolutamente llevaderos, pasables y tibios, de un señor descontento; días sin dolores especiales, sin preocupaciones especiales, sin verdadero desaliento y sin desesperanza; días en los cuales puede meditarse objetivamente, sin agitaciones ni miedos, hasta la cuestión de si no sera momento de seguir el ejemplo del célebre autor de los Estudios y sufrir un accidente al afeitarse.


Hermann Hesse

Siempre hay un fuego

Fotos de la vida

Pequeña Serenata Diurna a la niña más hermosa