Una caja en un cajón

Una caja en un cajón
generacion

viernes, 4 de junio de 2010

El Vacio el Vicio

Obligar al cuerpo a hacer algo se supone que es lo más difícil, pero, ese no es mi caso, lo mío, trasciende lo dificultoso y viene a convertirse en LO MAS DIFICIL, CASI IMPOSIBLE, nada más duro en la vida que "dejar de hacer algo"... en mi caso particular, dejar de fumar, no por miedo a enfermedades respiratorias u otros malfuncionamientos, sino por las ganas de abandonar y rehuir aquel olor infernal que impregnaba en mis atuendos de magas largas! era decadencia! decadencia!.

Durante años he consumido tanta nicotina como alimento y agua por día... si el cigarrillo engordaba, sería el equivalente a 3 sumos, (luchadores, obesos, japoneses de aproximadamente 4 toneladas cada uno) afortunadamente, no engorda.

En estos días, en los que me propongo hacer bien las cosas no sale el sol y definitivamente, nada me sonríe... y de hecho, a nada le sonrió, la ansiedad es la culpable de agarrarme a mordisco con el teclado, de rasguñar el colchón y la falta de nicotina y alquitrán (gloriosos venenos, vencedores de la humanidad) hace que desvaríe y sude gotas oscuras... mancho las sabanas blancas de mi lecho y hasta en los sueños angelicales, me veo a mi mismo quebrado de alas y sin poder caminar, solo arrastrarme...

En muchas ocasiones me calmo respiro profundo, inhalo, exhalo, sudo, me rasco, chicle, hambre, agua, inhalo, sufro... dicen que esto es imposible, químicamente, me voy a destruir, porque prefiero morir sedado a que vivir sufriendo.

¿Que opinan ustedes? yo personalmente, conociéndome a mí y a mi suerte, creo que voy a llegar a un acuerdo con el vicio... ¿negociaría la vida por sedante? o... ¿la medida minima por vida?

Tengo la descamisada impresión de que lograre dejarte cigarrillo, lograre dejarte! a ti y a tus hermanas... pero abrazare al cannabis, para la vista y para el cerebro