Una caja en un cajón

Una caja en un cajón
generacion

martes, 14 de febrero de 2012

Siete Lunes por semana

Y la última vez que te vi
convertiste en días laborales al sabath,
ya ni recuerdo en qué andabas;
decidí hacerle guerra a tu abandono,
y he sido derrotado
-discúlpame-, si mi abandono tarde ha llegado

Se ha tratado de vendarnos las muñecas...
se ha tratado de acumular puntos y comas.
Perfil de cromo, sueldo de borracho
la mentira era un gato tramposo,
golpeas pero ya nadie te abre,
se ha tratado de sobornar al reloj.
Voy pidiendo tiempo al cronometro,
el pasaje de ida que nada tiene que ver con Dios
ni tiene prisa en adelantar el presente.

Voy de paso a los torines, pues me recuerdan al coliseo.
importan más, porque tienen importancia
y no son más que las vigas de tu ropero,
recuérdame ralentizar mis sentimientos,
recuerda a tus esporas mantener distancia a mi agujero
tengo tus tetas dibujadas en planta
y la firma aprobada en la municipalidad de Comala.
Tengo la urgencia de encerrarme en tus sueños
pero tus jaulas están rotas y tus animales sueltos.
Se ha tratado de mí, abusando de tu presencia ausente, en la ausencia
de mí a tu costado.

Los domingos de mañana y la manzana del pecado

Imanta mi cuerpo de madera con el tuyo
cuando tu verano se contagie de invierno,
-ven a visitarme-.
Cuando la soledad no tenga más que tu triste compañía

Y el aburrimiento no se desprenda de tu culot,
-ven a verme-.
Cuando te percates de la pulpa de este amor fruta,
fruta, que los gitanos truecan por amor.

Tal vez no haya para darte más que borradores con párkinson,
que sirvan nada más para pintar besos,
que se acumulan en el tanque de un automóvil;
que nunca llego a tu lejanía.


Gustavo Servin